Transformación Digital, Se Trata De Las Personas

En los últimos años el término “Transformación digital” ha sido una constante en los círculos tecnológicos y empresariales. Se suele utilizar como ejemplos las aplicaciones que permiten automatizar tareas y reemplazar actividades humanas que agregan poco valor al producto o servicio como tomar pedidos no especializados o acomodar una ruta de entrega con base en distancias e insumos.

En medio de todo esto están los datos, que son la base de la digitalización, datos que son recibidos, procesados y finalmente interpretados. Y es aquí donde la interacción humana cobra total relevancia dado que comprar la tecnología de punta no garantiza su aprovechamiento sin el talento de quien usa e interpreta la información resultante. En un estudio publicado por la revista Harvard Business Review, se proponen cuatro puntos para que las organizaciones puedan enfrentar el reto de la digitalización.

Primero la gente

La tecnología busca hacer más con menos, pero solo el talento humano puede disponer de ella para lograr el objetivo. La innovación solo puede llevarse a cabo con personas dispuestas a la destrucción creativa.

Enfocarse en las habilidades

Ante un entorno tecnológico que cambia rápidamente, es más importante que las personas estén dispuestas a aprender y adaptarse que ser especialistas en una tecnología específica que pronto será desplazada. Las competencias técnicas tienen caducidad, la curiosidad intelectual debe ser permanente.

Impulsar el cambio desde la dirección General

La tecnología está al alcance de muchos compradores, pero no será de beneficio sin el convencimiento y guía de quienes están al frente de la organización. Muchas de las características de un negocio pueden copiarse, pero no el talento humano.

Asegúrate de actuar con base en el conocimiento adquirido a partir de los datos

Los datos son interpretados por las computadoras, incluso aquellos que pasan por un proceso de inteligencia artificial pueden dejar de ser valiosos sin decisiones estratégicas basadas en ellos. Conocimiento sin acción y acción sin conocimiento son riesgos latentes en esta época donde disponemos de gran cantidad de datos. Nuevamente la intervención de un líder y un equipo talentoso marcan la diferencia. 

Si no puedes fallar pronto, asegúrate de tener éxito a un ritmo constante

Cuando la organización está orientada a la innovación, impulsa iniciativas experimentales que permiten adquirir conocimiento útil para nuevos esfuerzos. Por otra parte, si la cultura organizacional no es compatible con el aprendizaje constante y el estudio de lecciones aprendidas, será mejor que su estrategia de largo plazo avance a un ritmo lento pero constante, rígido y preciso, pero con el riesgo de ir por un camino equivocado.

En conclusión, cuando hablamos de transformación, estamos hablando del uso intensivo de datos y su aplicación en una estrategia. Pero esto solo puede lograrse a través del talento humano. Invertir en tecnología es una parte de la transformación, el otro lado es el desarrollo de las personas, quienes pueden contribuir con una cultura de aprendizaje constante y adaptación. Este es el reto de la transformación digital.